El periodista se refirió a la condena del endoscopista y la absolución de la anestesita por la muerte de Débora Pérez Volpin. “Los médicos tienen que saber que si se equivocan pueden ser juzgados”, aseguró un día después del fallo.
Un día después del fallo (por el sábado) que condenó al endoscopista Diego Bialolenkier a la pena de tres años de prisión condicional y lo inhabilitó para ejercer su profesión por siete años y medio, y absolvió a la anestesista Nélida Puente, en el juicio por la muerte de Débora Pérez Volpin, Enrique Sacco aseguró que entiende que se hizo justicia.
“A medida que pasen las horas y los días vamos a estar mejor. Fueron meses muy, muy duros. Cada vez que hablábamos del juicio nos enfrentaba con todos los recuerdos que nos hicieron mucho daño aquel día. Después de todo lo que pasó el viernes, cuando finalmente me acosté en la cama sentía el cuerpo como con una sensación de serenidad absoluta”, aseguró Sacco en diálogo con Clarín.
“Queríamos Justicia y la tenemos. Es una condena que ratifica la verdad de lo que pasó. Débora no murió por ‘su culpa´o por ‘voluntad propia’ como nos hicieron hacer creer. En la familia no nos planteamos cárcel sí o cárcel no. Planteamos responsabilidades y por el lado del endoscopista se cumplió. No así con la anestesióloga, que si bien no nos deja conforme, una vez que tengamos los argumentos en los que se basó el juez, podremos o no aceptarlo”, consideró la última pareja de Débora.
Sacco agregó que estaría dispuesto a perdonar a Bialolenkier si se lo pidiera: “Las buenas personas estamos dispuestas al perdón, siempre y cuando veas del otro lado una genuina intención y deseo. A veces no es quien perdona, sino quién se anima a pedirlo”.
En el juicio, Puente pidió disculpas a la familia por no haber podido reanimar a Débora, lo que para la familia Pérez Volpin significó un acto genuino: “Si ésta hubiese sido la actitud desde el principio, hubiese sido más fácil para todos”.
Tras 18 meses de peritajes, autopsias y postergaciones, finalmente hubo frutos para Sacco: “Fue como sacarse un fuerte peso de encima. Ahora todos vamos a estar más tranquilos. Nuestra intención es que este juicio marque un antes y un después en los casos de mala praxis, que aquellos que no tengan voz puedan confiar y que los médicos sepan que si se equivocan pueden ser juzgados”.
“Ella, desde donde esté, se habría dado cuenta que la persona que eligió para su vida no era la misma. Le habría fallado y por eso en su honor quise -y quisimos como familia- salir a buscar la verdad. Sin victimizarnos continuamos haciendo nuestras vidas como pudimos, pero más unidos que nunca. Espero nunca tener que pasar por una situación similar pero este es el camino que volvería a elegir”, relató emocionado el periodista al referirse a Débora.
“La veo en todos lados. Cuando estoy con los chicos y contamos anécdotas, yo creo que existe, que hay una luz que nos ilumina. Cuando tengo que tomar decisiones de repente hay algo que me indica cómo seguir. Yo no sé cómo explicarlo, pero juro que lo siento y existe, está”, sostuvo Sacco.
En la conversación con Clarín también estuvo su abogado, Diego Pirota, que remarcó también la satisfacción por el fallo e insiste en que ahora la búsqueda será demostrar que el Sanatorio La Trinidad encubrió la muerte de la periodista y legisladora.